La consejera de Desarrollo Educativo y FP, Patricia del Pozo, ha destacado que el objetivo del currículo andaluz es conseguir transmitir valores como la cultura del esfuerzo y el espíritu crítico además de ofrecer contenidos “imprescindibles” con más horas de Matemáticas, Lengua e Inglés para alcanzar el éxito escolar. También reforzará la lectura con iniciativas específicas para su fomento entre el alumnado, de manera que les proporcione estrategias para un correcto uso de la lengua y la mejora de la ortografía y la comprensión lectora. Patricia del Pozo ha inaugurado en Dos Hermanas (Sevilla) unas jornadas de formación, organizadas por la Consejería, sobre el desarrollo del marco autonómico del currículum destinadas a los equipos docentes de los centros de Andalucía Occidental, atendiendo así a las peticiones de las asociaciones de directores dentro del diálogo social impulsado por la consejera en el inicio de curso.

Durante su intervención, la consejera ha informado de que Andalucía utilizará el marco autonómico de la LOMLOE para que el currículo andaluz señale “nuestra idiosincrasia, que ponga en valor la cultura del esfuerzo y camine hacia la excelencia sin dejar a ningún alumno atrás”. Además, ha incidido en que en la mejora de los resultados académicos es “fundamental la implicación de los directores, equipos directores y, por supuesto, los docentes, porque sois el corazón del sistema educativo”.

De Pozo ha recordado que la nueva normativa estatal no nació como fruto del consenso y sus propuestas no surgieron de un debate social amplio. Así ha señalado que el modelo que inspira y promueve la LOMLOE “devalúa el aprendizaje, erosiona la motivación de los alumnos, desmoraliza al profesorado y deja a la sociedad sin pulso”. En este sentido, la titular de Desarrollo Educativo y FP ha explicado que un estudiante que no alcanza las competencias establecidas en los currículos educativos necesita acompañamiento, refuerzo y estímulo para lograrlas, “no un salvoconducto de renuncia”.

En cambio, el Gobierno andaluz defiende la cultura del esfuerzo y el rigor académico, porque “estamos convencidos de que la excelencia es la mejor herramienta para combatir las desigualdades, y en esta línea estamos trabajando en nuestros decretos y órdenes”.